El pasado día
13 de julio, más de 30 amantes de la aventura
nos trasladamos a Monachil, con la intención de
pasar un día formidable en familia.
Niños de seis
a catorce años y mayores, recorrimos uno de los
parajes más formidables de la provincia de
Granada.
Cascadas
enormes de agua, puentes colgantes que a más de
uno y una les daba que pensarse si cruzarlos o
no, salientes de rocas que había que pasar
agarrándose a las asas que había dispuestas para
poder salvar la dificultad, pasos a gatas bajo
piedras inmensas, la Cueva de las Palomas
espectacular.
En
definitiva, un recorrido en mitad de la
naturaleza, lleno de obstáculos,. que nos dan la
impresión de estar realizando una gymkana en un
paraje incomparable.
A mitad del
recorrido, hicimos una parada para reponer
fuerzas con un buen bocata de jamón con tomate,
un refresco fresquito y una fruta. En ese
momento la convivencia ya era total entre todos
los participantes, amigos venidos de Roquetas de
Mar, Durcal, Motril y de Vélez de Benaudalla.
A la vuelta,
después de venir todos acalorados, muchos de los
niños se dieron un chapuzón en una de las
pequeñas balsas que había dispuestas para tal
fin, otros se conformaron con simplemente
mojarse los pies y los más osados incluso se
atrevieron a meterse bajo una pequeña cascada
que hacia cortar la respiración de la baja
temperatura que el agua traía de la sierra. Sin
lugar a dudas, ese fue uno de los momentos más
especiales y de mayor unión del grupo.
Después de un
buen rato remojándonos, decidimos proseguir la
marcha , volviendo a tener que salvar de nuevo
los mismos obstáculos anteriores y reservando
para el final una de las zonas más bonitas del
recorrido, los Cahorros Bajos, zona escarpada
llena de escaleras que nos llevan a pasar por
varios puentes colgantes más, escuchando el
ruido del agua al caer por las innumerables
cascadas que hay.
¡Gracias
a todas y a todos,
os espero muy pronto en la próxima salida! |